Cada mañana se produce un caos en los accesos al colegio público Ignacio Zuloaga, en la calle de Alejandro Rodríguez: en menos de tres minutos, unos 250 niños de Primaria, con sus mochilas, suben a las aulas por unas escaleras de apenas un metro de ancho; la entrada para los de Educación Infantil no es más fácil: unas 150 familias usan a la vez un paso de 80 centímetros de ancho y 10 metros de largo. “Debido a la irremediable aglomeración que se genera en ambos, constituyen un problema que atenta contra la seguridad de los escolares”, explica Juan de Rivera, director y presidente del Consejo Escolar del centro.

Desde el colegio se cree que esto se solucionaría habilitando un nuevo acceso al patio principal, colindante con un solar abandonado en la glorieta de Rocío Dúrcal, entre las calles de Francos Rodríguez y Pablo Iglesias. Dicho patio está al mismo nivel que la mayoría de las aulas, con lo que los alumnos de Primaria se ahorrarían las escaleras, y la entrada de Infantil también se aliviaría, “ya que el paso estrecho solo sería utilizado por unas 50 familias”.

No obstante, tras casi un año de conversaciones con Ayuntamiento y Junta de Distrito, el responsable del centro considera que se les está dando largas: “No se ve voluntad por acelerar los trámites. Se desconoce la titularidad del solar, en seis meses nos han dicho tres cosas distintas, pero en todo caso la zona contaría al menos con la parte municipal correspondiente a la servidumbre de paso”, argumenta.

Un parque sin presupuesto

En el último Pleno se aprobó la creación de un parque público en dicho solar, si bien su ejecución tendrá que esperar a que se le asigne presupuesto. Aunque se ha procedido a expulsar a los vehículos aparcados, la zona presenta un estado “de notable degradación”, además de servir de “retrete improvisado para perros y personas, con el consiguiente penoso espectáculo ofrecido a las aulas orientadas a él”. El Zuloaga considera que el proyecto del parque es compatible con sus demandas, si bien la falta de presupuesto municipal amenaza con alargar sine die su realización. Algo que se ataja desde el centro al considerar que dejar una parte para el acceso abarataría el proyecto.

Huerto urbano

Por último, el Ayuntamiento también ahorraría si se aviene a otra de las demandas del colegio, que pasa por “anexar al patio una parte del solar para su uso como huerto urbano, lo que reduciría el coste de mantenimiento del terreno, y mejoraría la calidad de la enseñanza de los alumnos, que podrían experimentar con los procesos naturales de cultivo”, comenta Carmen Martín, presidenta de la APAM del centro. Tanto los profesores como los niños y los padres del Ignacio Zuloaga no piensan darse por vencidos, y el próximo 26 de abril realizarán un acto simbólico en el que simularán abrir una puerta de acceso al patio.

David Álvarez de la Morena

Tetuán 30 días